martes, 15 de febrero de 2011

Rigoberta Menchú presentará en Cuba libro de literatura infantil

 Martes 15 Febrero 2011 - 15:44
La dirigente indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, presentará en la feria del libro habanera la edición cubana de uno de sus libros.
Bajo el título de El legado secreto, el volumen fue editado por el sello de literatura infantil Gente Nueva y es uno de los cincos de esa casa impresora para la colección Alba Bicentenario, una de las novedades de la cita que comenzará el jueves 10 de febrero, informó la agencia Prensa Latina.

Menchú conduce al lector infantil a un viaje por sus raíces de origen maya quiché con fábulas y leyendas sobre la naturaleza, las tradiciones de esa etnia y el amor familiar. Según confesó en una ocasión, escribir literatura para niños le cambió la vida.

La activista política, de 58 años, es una de las invitadas especiales de la feria, que rendirá homenaje a las culturas de los ocho países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y al Bicentenario de la primera independencia de América Latina y el Caribe.

lunes, 7 de febrero de 2011

Porque es imposible que Me llamo Rigoberta Menchú sea fabricación de Elisabeth Burgos

 Fuente: www.PublicoGT.com
www.albedrio.org
Por David Stoll dstoll@middlebury.edu

Nadie me ha pedido la intromisión, pero me siento obligado a corregir las supuestas declaraciones de Presidente Colom (El Periódico 16 de enero, 2011). Es imposible que la famosa narración de Rigoberta Menchú fuese “fabricación” de su entrevistadora Elisabeth Burgos por dos razones
En primer lugar, aún existen los casetes cuando Rigoberta contó su historia en el apartamento de Elisabeth en Paris en 1982. Los he escuchado en su totalidad y hoy se encuentran a cargo del Hoover Collection de Stanford University en Palo Alto, California.
En segundo lugar, Rigoberta contó una corta versión de la misma historia un més antes de conocer a Elisabeth, en un boletín revolucionario de la época. En Noticias de Guatemala (No. 74, 16 de diciembre de 1981), Rigoberta describe cómo su padre soportó años de heroica resistencia ante “los atropellos constantes de los terratenientes”; cómo su hermano Petrocinio fue secuestrado el 9 de diciembre de 1979, torturado durante varios días, llevado luego a Chajul con otros veinte hombres para ser quemados vivos; y cómo su madre fue secuestrada, torturada durante doce días y después abandonada en “un monte cerca de la comunidad”, hasta que sus restos fueron devorados por los animales. También para Noticias de Guatemala, Rigobera anticipa la declaración clave del testimonio que narró un més más tarde en París: “Mi dolor y mi lucha es también el dolor y la lucha de todo un pueblo oprimido que lucha por su liberación”.
Otra supuesta declaración del Presidente Colom también es imposible: la idea de que su propia hermana Yolanda Colom enseño español a Rigoberta mientras las dos residían en la montaña con el Ejército Guerrillero de los Pobres. Es imposible porque, hasta mediados de 1980, Rigoberta se encontraba a cargo de las monjas de la Sagrada Familia, primero en el Colegio Belga de la capital y despúes en su internado de Chiantla. Despúes, con el apoyo de las madres, Rigoberta se refugió en México donde se juntó al hogar del obispo de Chiapas, Samuel Ruíz. Es con la diocésis de Msgr. Ruíz que Rigoberta empezó su carrera como narradora de los sufrimientos de su pueblo—en un español sencillo y elocuente que aprendió no solo de sus maestras cristianos sino también de su padre Vicente Menchú. Las únicas hijas de Vicente que pasaron tiempo en la montaña en esa época fueron las hermanas menores de Rigoberta, la Ana y la Rosa, húerfanas después de la muerte de sus padres. Por las condiciones de guerra, todos vivían bajo pseudónimo—tal vez por eso hay una confusión.
Hace quince años yo ví la necesidad de comparar el testimonio de Rigoberta con 1) las versiones de otros sobrevivientes de la violencia en Uspantán y 2) las evidencias documentales. De allí surgieron las versiones contraditorias, principalmente sobre el pérfil de su padre Vicente y de su aldea de Chimel y precisamente como éstos fueron devorados por el enfrentamiento guerrillero-ejército. A contrario de Sam Colop en La Prensa Libre (19 de enero, 2011), nunca he acusado Rigoberta de ser “fabricación.” Mi estudio de “la historia de todos los pobres guatemaltecos,” ya disponible en español gracias a Unión Editorial de Madrid, demuestra que los elementos fundamentales de Me llamó Rigoberta Menchú son verídicos. No hay la menor duda de que ella perdió varios miembros de su familia y que, si no había encontrado refugio en México, fácilmente podría haber muerto también. Por lo tanto merece el mismo respeto que merece todo guatemalteco que perdió seres queridos en la violencia.

jueves, 3 de febrero de 2011

Rigoberta Menchú confía en que los responsables del asalto a la Embajada de España en Guatemala sean juzgados



Miércoles 2 Febrero 2011 - 21:38 "No podremos hablar de una paz verdadera hasta que los responsables de esta tragedia sean llevados ante la justicia. Teníamos una fe absoluta en que serían juzgados en la Audiencia Nacional española. Creo que logramos muchísimo, particularmente en lo que se refiere a preservar la memoria histórica", dijo Menchú a EL PAÍS por vía telefónica.
Añadió que la investigación realizada les ha permitido recoger lo más impresionante de la violencia contra la población que caracterizó a la sangrienta guerra civil guatemalteca (1960-1966). Entre las 31 víctimas, dos eminentes juristas locales: Eduardo Cáceres Lenhoff, ex vicepresidente, y Adolfo Molina Orantes, ex ministro de Exteriores. También perecieron calcinados el cónsul de España, Jaime Ruiz del Árbol, y Vicente Menchú, padre de la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú.

"Conocemos los nombres y apellidos de los culpables. Solo falta que sean juzgados. Eso es una asignatura pendiente en Guatemala. Creo que nuestros hijos lo harán algún día. Lo importante es que los delitos están tipificados y acreditados ante los tribunales, tanto en España como aquí". Añadió que ahora promueve que los sucesos del trágico 31 de enero de 1980 sean juzgados en tribunales locales y que mantiene la esperanza de que el proceso judicial pueda realizarse. "A la justicia no le pongo tiempo. Prometí a mi padre luchar contra la impunidad, y es lo que hago todos los días".
Lucha contra el olvido
La tarea parece cada vez más cuesta arriba, dado el tiempo transcurrido. Tres décadas parecen insuperables en un país donde, según estadísticas oficiales, un 70% de la población (14,3 millones) es menor de 25 años. Eso se hizo evidente el domingo, durante los actos en la Plaza Mayor de la capital guatemalteca: si bien mucha gente asistía a la proyección del vídeo Saber quién puso el fuego allí, inspirado en el libro homónimo del embajador Máximo Cajal, la participación en actividades como la donación de saliva destinada a pruebas de ADN para la búsqueda de familiares desaparecidos durante el conflicto era insignificante. La esperanza perdida y, todavía, el miedo, han terminado por doblegar a muchos de los familiares de las víctimas.

"Esto obedece, en buena medida, a que los autores de la violencia del pasado aún están vigentes y son ellos quienes continúan realizando un trabajo intenso para borrar la memoria, con actos de hostigamiento en contra de las personas o instituciones que luchan por que no se olvide lo ocurrido", comenta Menchú, que añade que a lo anterior hay que sumar la indiferencia y el racismo.
Para la líder indígena, todavía es muy difícil hacer un análisis sereno y certero de lo ocurrido en la sede diplomática española en 1980. En el tiempo transcurrido han ocurrido procesos que Menchú califica como "dolorosos", entre los que contabiliza el que se haya puesto fin al conflicto armado "sin lograr un lugar digno para las víctimas del genocidio", mientras que los asesinos, como los integrantes de las tenebrosas Patrullas de Autodefensa Civil (PAC), son beneficiarios de diversos tipos de resarcimiento.

"Muchas de las causas por las que nuestros padres dieron la vida hace 31 años continúan vigentes", afirma. Cita concretamente el problema de la tenencia de la tierra, que sigue siendo la médula de la relación entre los pueblos indígenas, el Estado y los grandes terratenientes.
Organizaciones indígenas y campesinas realizaron ayer diversos actos conmemorativos y entregaron panfletos en los que denunciaban que "el manto de la impunidad sigue protegiendo a quienes fueron los responsables intelectuales y materiales, lo que cimienta y fortalece los pilares del olvido".

miércoles, 2 de febrero de 2011

La Peña El Juli, Un gran Torero por una gran Causa

El día martes 01 de febrero el La Fundación Rigoberta Menchú Tum a traves del Centro Educativo Pavarotti recibio la grata visita de delegados de Club Quetzal Francia, acompañados de Don Julián López y Doña Manoli Escobar,padres del prodigioso torero El Juli. Desde 2001,La Peña El Juli, un Gran Torero por una Gran Causa,
lleva a cabo una labor humanitaria a favor de la educación de muchos niños y jóvenes guatemaltecos.

Inicia conmemoración del 31 aniversario de la quema de la Embajada de España en Guatemala.

Lunes 31 Enero 2011 - 23:36 Con la presentación de los videos y documentales, así como la toma de muestras de ADN a familiares de desaparecidos, iniciaron las actividades conmemorativas de este acontencimiento.
En el Parque Central de la ciudad de Guatemala, fue presentado en forma continua varios videos y documentales donde destacan " Porque el Color de la Sangre Jamás se Olvida" y el video documental " Saber quién puso fuego allí"  el cual fue visto por cientos de personas.

También se aprovechó la oportunidad para colocar un stand para la toma de muestras de ADN para identificación de familiares desaparecidos durante el conflicto armado interno. La muestra de saliva es gratis y todos los datos son confidenciales.

El día 31 de enero continuarán las actividades con una conferencia de prensa, la publicación de un comunicado en medios escritos y un foro donde participará la Dra. Rigoberta Menchú Tum.

 
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